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KI en el año 2024: ¿Tecnología revolucionaria o gran decepción?

La rápida evolución de la Inteligencia Artificial en el año 2023 ha generado altas expectativas sobre la posibilidad de que esta tecnología nos pueda hacer más eficientes y productivos. Ahora surge la pregunta de si estas expectativas podrán ser cumplidas.

Eulerpool News 15 ene 2024, 16:00

Cada vez más empresas apuestan por la Inteligencia Artificial (IA) y exploran sus efectos en su modelo de negocio. Pero en 2024, se pondrá en serio para los proveedores e inversores de IA, quienes han invertido grandes sumas en esta tecnología. ¿Realmente puede la IA hacernos más eficientes, creativos y productivos? ¿Quiénes son los ganadores y perdedores? ¿Y qué factores son relevantes en esto?

Para responder a estas preguntas, analizamos el desarrollo desde tres perspectivas. En muchos negocios, los asistentes de inteligencia artificial se instalarán en las oficinas en los próximos meses. Microsoft y Google están lanzando en gran escala sus copilotos para aplicaciones empresariales. Estos nos ayudarán en programas de correo electrónico, procesamiento de texto o conferencias en línea, y podrán escribir borradores de texto, resumir contenidos o transcribir reuniones, por ejemplo.

Según los proveedores, los llamados copilotos prometen un enorme aumento de la productividad. Sin embargo, Microsoft y Google cobran 28 euros al mes por ello, lo que significa costos anuales de casi 340.000 euros para una empresa mediana con 1000 empleados. Además, hay costos de mantenimiento y capacitación. Las grandes preguntas para los empresarios y gerentes son: ¿Quién puede pagarlo y quién puede permitirse no invertir?

La preocupación por los costos fijos y la preocupación por la efectividad de los asistentes de IA generan dudas. Es bastante probable que las herramientas no nos ahorren trabajo como se espera, sino que más bien nos abrumen con aún más correos electrónicos, publicaciones de LinkedIn y registros.

El escenario de terror para la inteligencia artificial empresarial en el año 2024 es el colapso de contenido. Ya circula en las redes sociales un maravilloso dibujo animado que representa este problema de manera divertida. En él se muestra a un hombre y una mujer sentados frente a una pantalla. El hombre dice con orgullo: "¡Escribo tres palabras clave y la IA las convierte en este largo texto!" La mujer responde con una sonrisa: "¡Le doy a la IA este largo texto y ella lo reduce a tres palabras clave!"

La IA no solo puede ser inexacta, sino también errónea. La palabra del año 2023, según el Cambridge Dictionary, no fue en vano "alucinación". Se refiere a las IA de lenguaje generativo, que a menudo producen información falsa y la presentan como hechos, especialmente cuando hay una falta de datos de entrenamiento suficientes sobre un tema.

¿Si realmente la IA es más eficiente, depende en gran medida de si podemos confiar en las herramientas. La mala noticia es que el propio acto de hacer alucinaciones representa un problema insoluble para muchos expertos. La buena noticia es que existen al menos tres ideas sobre cómo lidiar con ello.

Una de las problemáticas es que los asistentes de IA suelen ofrecer sus declaraciones con una gran seguridad. Proporcionando información adicional sobre la probabilidad de exactitud o los datos de entrenamiento, los usuarios pueden evaluar mejor la información. Otra posibilidad sería mejorar los modelos de IA no solo con los desarrolladores, sino también mediante la combinación con otras fuentes de datos.

Un ejemplo de ello es el procedimiento de Generación de Recuperación y Mejora (RAG, por sus siglas en inglés), que utiliza datos específicos de la empresa para optimizar los sistemas de IA basados en lenguaje. Las consultas de los usuarios se responden en función de estos datos. Aunque el procedimiento aún está en fase de prueba, los investigadores de IA ven en ello una oportunidad prometedora para aumentar la confiabilidad de las herramientas de IA.

Es crucial saber si las herramientas de inteligencia artificial están capacitadas para responder preguntas específicas de la empresa y llevar a cabo tareas en uso continuo. Aquí es fundamental contar con una gestión de datos bien pensada. Un ejemplo de esto es el procedimiento RAG.

Ventajas para las grandes empresas: las compañías más grandes parecen tener ventaja aquí, ya que solo las empresas con especialistas en IA internos pueden implementar desarrollos internos, como los impulsados por Bosch. Por ejemplo, el Copiloto de Microsoft solo está disponible para empresas con al menos 300 empleados y los descuentos solo se ofrecen a partir de un tamaño corporativo.

Riesgo y oportunidades para empresas alemanas: la Revolución de la IA.

La atención a este grupo de clientes podría convertirse en un modelo de negocio atractivo para startups europeas de IA, similar a los ejemplos en otras industrias como el proveedor de software de recursos humanos Personio de Munich o el proveedor de software ERP Xentral de Augsburgo.

En el año 2024 veremos un gran estudio de campo donde algunas empresas se enfocarán en desarrollos propios y otras intentarán combinar tecnologías de distintos proveedores. Aunque OpenAI, el desarrollador de ChatGPT, ha tenido una gran ventaja en los últimos meses, el dominio del mercado en el campo de la inteligencia artificial generativa no será asumido por una sola empresa, como lo hizo Google en el negocio de los motores de búsqueda.

En su lugar, las empresas también pueden contar con empresas estadounidenses como Microsoft y OpenAI, o con empresas europeas como Aleph Alpha de Heidelberg o Mistral de París.

La última opción bajo licencia de código abierto, permitiendo a los desarrolladores adaptar el software a las necesidades específicas de sus clientes. Incluso es posible combinar diferentes proveedores. SAP incluso planea automatizar y optimizar este proceso.

Por tanto, es crucial tener diversos socios para lograr la implementación más exitosa de herramientas de IA y no adoptar simplemente la tecnología de manera "Plug & Play". El uso exitoso de la IA será mucho más complicado de lo que la automatización sugiere.

También queda la pregunta de qué tan hábiles son los empleados en el manejo de las nuevas herramientas. Al final, se verá si las expectativas de la industria hacia los proveedores de tecnología se cumplirán en 2024, dependiendo de las mejoras incrementales de la tecnología y una implementación exitosa.

Las preocupaciones de que la inteligencia artificial (IA) cause una pérdida masiva de empleo se han intensificado en el último año. Según la consultora McKinsey, entre el 60 y el 70 por ciento de las tareas actuales de los empleados pueden ser automatizadas por la IA.

Muchas empresas ven principalmente la posibilidad de aumentar la productividad mediante el uso de IA. Aunque los expertos enfatizan una y otra vez que los avances tecnológicos en el pasado han llevado a la creación de más, en lugar de menos empleos, se debe tener precaución al tomar esta afirmación.

Efectos de la tecnología en los empleos y su duración.

La futuróloga Amy Webb del Future Today Institute señala que todavía es demasiado pronto para hacer pronósticos confiables sobre el desarrollo de trabajos en el contexto de la IA. Ella destaca que nos encontramos en una fase de transición en la que muchas personas perderán sus puestos de trabajo, ya sea debido a la implementación de la IA o para reducir costos empresariales.

Aunque nadie quiere pronunciarlo, existe el riesgo de que se pierdan muchos empleos. Webb también predice que algunos de los nuevos puestos de trabajo posiblemente no sean duraderos, ya que estamos pasando de una era a otra y llevará un tiempo adaptar la fuerza laboral.

Sin embargo, no se debe olvidar que la transformación de la IA en Alemania coincide con un período de escasez de personal calificado. Esto significa que la probabilidad de ser reemplazado por la IA es relativamente baja. En cambio, el riesgo es mayor de ser desplazado por otro empleado que pueda manejar mejor la IA.

Para empresas y empleados, esto significa que el desarrollo y la reeducación serán uno de los mayores desafíos en el futuro. Las empresas que deseen ser competitivas en el contexto de la inteligencia artificial deberán invertir en la formación de sus empleados, ya que el mercado de profesionales cualificados será demasiado pequeño.

Las mejores perspectivas de empleo son para aquellos que se capacitan en el uso de herramientas de IA y aprenden rápidamente cómo utilizarlas de manera óptima. En lugar de resistirse a la transformación de la IA, los empleados deberían involucrarse y exigir capacitaciones de sus empleadores.

Al final, el éxito de la transformación de la IA dependerá no solo de la tecnología, sino principalmente de nosotros mismos. Requerirá mucho trabajo aprovechar al máximo las oportunidades de la IA y minimizar los posibles riesgos. Un factor crucial, hasta ahora subestimado, es el beneficio para los empleados.

Es plausible que en el futuro los solicitantes no solo soliciten beneficios clásicos como iPhones de trabajo y trabajo desde casa, sino también herramientas de inteligencia artificial. ¿Quién querría trabajar en una empresa en la que todavía tenga que responder sus propios correos electrónicos? La transformación de la inteligencia artificial no solo es una revolución tecnológica, sino también una oportunidad para que las empresas se presenten como empleadores atractivos.

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